miércoles, 29 de octubre de 2008

De herencia a... ¿identidad cultural?

Hay que preservar la identidad cultural nacional. Cuando el Estado interviene en estas cuestiones, y protege a la industria cultural del mercantilismo imperialista y censurador, siempre hace eco de esta primera frase: hay que preservar la identidad cultural nacional.
Entre más acuerdos que desacuerdos que tengo con la excepción cultural, este argumento en particular, es sumamente difuso y relativo. ¿Qué música escucharía una persona con identidad cultural nacional? ¿Mercedes Sosa, Charly García, León Gieco?, o quizás ¿Papo, Almafuerte y Sumo? Algunos también preferirán a José Larralde, Atahualpa Yupanqui, Los Chalchaleros; otros seguirán escuchando viejos temas de Gardel, Discépolo y Goyeneche; y hasta hay quienes creen que no hay nada más autóctono que Damas gratis o Los pibes chorros. Y a pesar de la heterogeneidad de prácticas culturales en estos casos arquetípicos, todos se visten de identidad cultural nacional.
Haciendo un análisis más detallado, la cosa se pone más confusa. El primer grupo pertenece al Rock and Roll, que tiene sus orígenes en Inglaterra, y el segundo grupo es de una derivación más heavy del mismo género, lo cual tiene sus cimientos en Norteamérica, más bien en Estados Unidos. Ni siquiera el folklore tiene raíces en América; la zamba, el carnavalito, el pericón, son fusiones de otros ritmos más antiguos que ya se bailaban y escuchaban en España y algunos sectores de Europa. Sin duda el Tango despierta un fuerte sentimiento de argentinidad, sobre todo porque su historia se fue forjando paulatinamente en Buenos Aires, (Un argumento a favor de Sarmiento, que de antes que existiera el Tango, ya afirmaba que más que cultura nacional, hay cultura Rioplatense) antes de penetrar en países limítrofes o el mundo. Aunque si bien su gestación fue en Argentina, el detonante de su conformación fue por influencia de inmigrantes Europeos, sobre todo desde Alemania, de donde se heredó el bandoneón. Por último, la “cumbia villera”, un género de dudoso origen, que tiene influencias colombianas, caribeñas (de allí la fusión con el reggaeton), y hasta estadounidenses, ya que se mezclan sonidos de rap y hip hop.
En las demás industrias culturales, hablar de identidad suena también difuso. En la década del ’40 y ’50, la Argentina era una especie de Hollywood latinoamericano, sus películas eran muy vistas sobre todo en Chile, Perú, México, Cuba y Centroamérica. De todas maneras, los primeros experimentos en el cine se hicieron primero en Inglaterra y luego en Estados Unidos, que actualmente concentra con sus productos el 80% de las ventas en el mercado. Por lo que tampoco se puede hablar de esta industria como identidad cultural.
Los edificios más antiguos de nuestro país, los reconocidos como patrimonio histórico que le dan identidad a la urbe, son en su mayoría de arquitectos franceses o ingleses. Sobre todo el primer país, fue el más influyente no solo en esta rama de la cultura, sino también en la moda y en la literatura, hasta la querida revolución del boom latinoamericano.
El asado, el locro y el mate también lo disfrutan los uruguayos. La cultura mapuche, la de los querandíes, tehuelches, etc., no sobrevivió a los genocidios, arrebatos y desprecios que copiamos de la corona española. Y es esta en realidad nuestra identidad cultural, (aunque no sea la que nos representa hoy), es la que creció en esta tierra, y no se heredó ni se aclamó de nunguna parte.
Por otro lado, Argentina no sufrió lucha de clases, ni una revolución burguesa. La “identidad cultural nacional”, en realidad es una mezcla de ingredientes de origen occidental que recibimos, por un lado de los barcos de inmigrantes, y por otro de los caprichos de las elites sociales criollas. ¿Se puede llamar acaso "identidad", a algo que fue impuesto por sectores dominantes?. En menos de dos siglos de historia hay que hablar de cultura nacional, y de protección a los magníficos representantes de nuestra cultura de los dientes de la concentración cultural, que adopta una forma mercantil antes que de expresión personal. No podemos meternos en el terreno de la identidad, la cual es sumamente relativa si se la compara con países fundantes de movimientos culturales, o países que absorbieron dichos movimientos, como casi toda Sudamérica.
Por Bruno M. Bordonaba

9 comentarios:

  1. Bruno, un gran placer haber caido acá, tenés algunas entradas que me parecieron muy bien planteadas!

    Quizás no corresponda este comentario acá pero no encontré lugar más adecuado.
    Saludos.

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  2. Hola, Bruno.
    No quiero hacer de maestra ciruela, pero tengo que hacer algunas correcciones.
    Primero, el Rock no se origina en Inglaterra, puesto que se trata de una “evolución” que nace desde el jazz y la música negra de EEUU.
    Está mal tu aseveración de la no existencia de géneros musicales autóctonos: el carnavalito es uno de ellos, la baguala es otro, el caporal es otro, y así puedo seguir. Es cierto que en su mayoría existen fusiones, pero realmente existen los géneros autóctonos.
    El tango: ningún Alemania: lo único aportado por ese país para el tango fue el bandoneón, que fue creado para imitar el sonido del órgano sin tener que cargar con él a todas partes (te imaginás lo que sería llevar uno de acá para allá!), nada más. Es más, te aclaro un punto sobre esto: el bandoneón no se utilizó para el tango hasta que éste género ya era bien popular y conocido, antes de eso se utilizaban, clarinetes, flautas, flautines, posteriormente se incorporó el violín, luego el bandoneón y después el piano. Y sobre sus orígenes no hay ciencia cierta, sólo que nació aquí, en el río de La Plata.

    Creo que afirmar que no existe identidad cultural es ir demasiado lejos con el alcance de la globalización. Es cierto que su objetivo final es unificar y eliminar diferencias, pero gracias a que nuestros artistas siguen adelante, nuestra identidad cultural se refuerza. Cuando ves un Quinquela un Berni un Molina Campos te parece europeo? Definitivamente no. Y no hablo sólo de nuestra identidad: si escuchás bossa nova inmediatamente te remite a Brasil, Un fado, a Portugal, un blues a EEUU… y si escuchás Les Luthiers… qué podés decir!? Es más: si escucharas un tango tocado por una orquesta no argentina, te darías cuenta. Todos los países latinoamericanos tienen su propia identidad cultural, y eso es maravilloso y hace inequívoco que por alguna razón, es diferente lo que florece en cada suelo.

    Interesante post.

    Un abrazo

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  3. Laura: Sabía que este post iba a generar muchas discordias. Puede ser que con lo del rock no me expresé demasiado bien, quize hacer mensión al rock en cuanto a su influencia en argentina, la cual viene claramente de Inglaterra, de los Beatles más presisamente en la década del 60.

    Los ritmos folklóricos son todas fusiones de herencias europeas, en especial España.

    En el caso del Tango, se que el bandoneón fue una última incorporación (por influencia alemana) en el género. Esto no contradice mi postura.

    Quiero dejar en claro a lo que me refiero. Hablar de identidad cultural es muy relativo, primero porque depende sobre todo de un acto individual. Segundo porque en un país como el nuestro, que no llega a 200 años de historia, nuestra "identidad cultural" es una mezcla de ingredientes que vienen de Europa. No hay ningún producto de la industria cultural PURAMENTE ARGENTINO. Si, es cierto que vemos un mate y por asociación decimos argentina, pero ¿acaso los uruguayos no toman mate también?. Le luthiers es un importantisimo referente cultural argentino, pero no me parece que se lo puede tomar como identidad cultural.

    De todas maneras no niego que hay representaciones culturales argentinas (como es el Tango), ni que los aportes argentinos a la cultura mundial han sido brillantes. Simplemente digo que lo que podría llamarse identidad cultural, que nació en esta tierra ya se encargaron de exterminarlo hace mucho tiempo. Que luego fuimos adoptando otra cultura y le fuimos implantando nuestro sello de argentinos o de latinoamericanos, no me parece que se pueda considerar como una identidad. Y en todo caso no hay una identidad cultural que no sea refutada por los mismos que están inmersos en ella. ¿Cuantos argentinos consideran la cumbia como parte de la identidad cultural y cuantos no?, y sin embargo nacieron inmersos en las mismas prácticas culturales.

    Por último, no estoy a favor de la globalización colonizadora, ni de dejar la cultura al libre desarrollo del mercado. Creo que quedó claro en el post.

    Un saludo. Y gracias por opinar.

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  4. Hola, Bruno!
    Acá encontré el punto: vos estás dando una opinión, pero el tema de nuestra identidad cultural pasa por encima de las opiniones a favor o en contra: existe una identidad cultural nacional, y no se puede poner en discusión eso. Puede que no nos gusten ciertas expresiones, puede que con otras nos identifiquemos... pero eso es subjetivo. Lo cierto es que existe. No sé de qué modo decirtelo, pero es como opinar (perdón el ejemplo) que la luna es una tapa de empanadas, que su tamaño no supera los cinco centímetros y que hay otras tres lunas mas... Se trata de una cuestión de lo que uno percibe, pero la realidad es diferente. Te pido disculpas por el ejemplo, pero quise exagerar para que se entienda mi punto.

    Un abrazo

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  5. Laura:

    Sin duda que hay una cultura nacional (COMO BIEN DEJÉ EXPLÍCITO EN EL TEXTO), que por cierto es riquísima y hermosa. Solo basta por caminar las calles de Buenos Aires y sentir ese "no se que" en el aire. No solo por la industria cultural, las librerías abiertas a media noche, ese bar en la esquina, caminar las calles es respirar la cultura.

    Ahora planteo otro tema, relacionado pero diferente: Nuestra identidad cultural fue impuesta. Se exterminó la que nació entre nosotros, la latinoamericana, y se aclamó y se aceptó otra, la europea. La mayoría de las representaciones culturales argentinas son derivados de aquellas influencias europeas. La identidad nacional, la que creció en nuestra tierra no es la que hoy nos representa. ¿Hasta que punto uno puede llamar como identidad algo que fue impuesto? Por eso prefiero usar el término Cultura nacional, antes que identidad cultural nacional.



    Espero haber aclarado mi postura sin confusiones. Un saludo y gracias de nuevo por interesarte.

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  6. Interesante el post.

    Creo que lo que vos querés decir es que la identidad cultural se basa en imposiciones extranjeras. Si lo pensás de esa manera en algún punto podés tener razón porque cuando nace todo eso los inmigrantes ya estaban establecidos aquí, todo viene de ellos lamentablemente, en general nada de lo argentino nativo sobrevivió ya que lo que nació acá directamente murió o casi se termina con el exterminio a los indígenas.
    De todas maneras todo lo que tomamos de afuera tiene claramente nuestro sello.

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  7. Me gustó mucho la acotación de laura y las respuestas del administrador del blog. Todos los argumentos son válidos y enriquecen el portal de "Buenos Ayres Blog"
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    Acabo de leer un cuento de Julio Cortazar titulado "El Perseguidor" ES acerca de la biografía de un gigante del Jazz como lo fue Jhonny Carter. Ahora bien, voy a acusar a Cortazar de haber perdido su argentinidad por que ¿En vez de escribir un cuento acerca de los grandes del tango, lo hizo acerca de un jazzista negro norteamericano? Necio sería el que así lo hiciese. Pero lo peor es, cuando la nacionalidad cultural patria te la tratan de meter obligada por decretos oficiales, es el mismo caso del aceite de bacalao para los niños. Señores, entiendan que LA IDENTIDAD CULTURAL DE LOS PUEBLOS NO SE DECRETA, SE VIVE

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  8. Interesante tema, claro que permite tantas miradas... Creo que existe una identidad cultural, aunque nos disguste tanta influencia europea que quiso apagar la cultura de los nativos. Y digo quiso, porque algo queda, y está en nosotros rescatarlo, valorizarlo y quizás nos sintamos asi más identificados con eso que llaman identidad.
    Siento que de una buena vez debemos aprender a sumar. Un beso.

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  9. Voy a hacer una apología bastante antipática: las madres y abuelas de plaza de mayo están en constante lucha buscando la identidad de sus hijos y nietos desaparecidos. Aquellos desaparecidos que fueron secuestrados y crecieron en el seno de una flia con una "identidad" heredada, o más bien impuesta.

    Es comparable con la identidad cultural argentina. Nuestra cultura, la que hoy vemos, escuchamos y leemos y que tanto queremos y nos gusta (no critíco eso, me parece estupendo de hecho), no es la misma que parió esta tierra. La "identidad" con la que crecieron los chicos secuestrados de la última dictadura, no es la identidad que parió su madre.

    Simplemente esta reflexión: me parece contradictorio hablar de identidad cultural, sobre algo que no creció en estas tierras.

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